Carnaval, carnaval, para los mundakarras no hay un día mejor.
Febbraio 25, 2019
ARATUSTEAK DE MUNDAKA, UN CARNAVAL ÚNICO EN EL MUNDO
Es difícil encontrar los orígenes de los carnavales de Mundaka; una fiesta original y vistosa de enorme arraigo en el municipio, que ya aparece citada en un acta municipal de hace más de 130 años. La mañana del domingo de carnaval (3 de marzo), el tradicional pasacalles de txistularis da inicio a la fiesta y da paso a la estudiantina de los atorrak, hombres ataviados de blanco que primero cantan en la que fuera la casa de Jose Mari Egileor, ilustre músico local, impulsor de esta celebración. Después, recorren el pueblo hasta llegar al puerto, donde ofrecen un espectáculo único, una explosión de cánticos y alegría. Por la tarde del blanco se pasa al negro de las lamiak, que a sus cánticos suman además animados bailes. Un día mágico en el que sólo tiene cabida la alegría.
ATORRAK, LA ESTELA BLANCA DE LOS ARATUSTEAK
Mantienen la tradición centrada sobre todo en el color y la música. Es característica la originalidad de las vestimentas:pantalones, zapatillas y camisa, una falda por la cintura y otra en el cuello, una funda de almohada por la cabeza, todo de blanco, y un pañuelo rojo, con bigotes pintados y patillas. Un instrumento complementa su indumentaria, imprescindible para dar aún más vida a sus cánticos. Un pasacalles que se realiza siempre bajo la batuta del ilustre director, que destaca sobre el resto por su vestimenta elegante: camisa de chorreras, chistera y frac. Recitan versos antiguos y nuevas melodías. La música es clave este día, es parte esencial de esta tradición. La estudiantina de los atorrak entona estrofas creadas por ellos mismos durante años y cada año crean una nueva canción, siempre con aires satíricos y de chufla.
LAMIAK, PERSONAJES MITOLÓGICOS QUE SALEN AL ATARDECER
Tradicionalmente las mujeres no podían salir como atorrak, por lo que hace ya 40 años surgieron las lamiak, que son ya parte fundamental de los carnavales de Mundaka. Salen vestidas de negro, con peluca blanca, pañuelo de colores en la cabeza y el rostro maquillado. Su pasacalles comienza a las 18:00h, y es tan espectacular como el de los atorrak. A su animada música suman también animados bailes. En número no son tantas como los atorrak, pero año tras año van ganando incorporaciones. Al concluir su ronda, Atorrak y Lamiak se funden en una fiesta, que comparten con todas aquellas personas que quieran disfrutar de este día mágico.
MUNDAKA, TIERRA DE LAMIAS
Estos bellos seres mitológicos, según la leyenda, habitaron Mundaka, un pueblo con embrujo, bello en su conjunto, y con rincones excepcionales. Tiene su corazón en el puerto, de él nacen las calles del casco antiguo. Es el centro neurálgico y mantiene intacto su encanto como refugio de embarcaciones. En el exterior del puerto, en la barra los surfistas “cabalgan” la famosa ola izquierda de Mundaka. La Atalaya es el lugar ideal para disfrutar de la panorámica marítima de Urdaibai; la biblioteca, la hermosa Casa Consistorial y la Iglesia renacentista de Santa María, son edificios singulares que rodean este encantador puerto. Santa Catalina es una visita imprescindible, una ermita que asoma al mar, a la que se accede por un bello paseo en un entorno pintoresco. (43º24´30´´N 2º41´46´´W).
TOSTADAS DE CARNAVAL
Es un postre típico de esta época. En los carnavales de Mundaka, entre las antiguas tradiciones de los Atorrak estaba escalar hasta los balcones y robar las tostadas, que las mujeres habían dejado en la cocina. Las tostadas pueden ser de pan o de crema. Un postre sencillo, con pocos ingredientes. Si son de pan necesitas: pan del día anterior, leche, huevo, canela, azúcar y aceite. Se empapa el pan en la leche hervida con azúcar y canela, se pasa la mezcla por huevo, y se fríe en aceite. Si son de crema, necesitas leche, huevo, azúcar, maizena, canela y aceite. Una vez hecha la crema, el proceso es parecido, cortarla en trozos, rebozarla con harina y huevo y freir. Y si cocinar no es lo tuyo, seguro que en algún bar o restaurante de Mundaka las encuentras riquísimas.